El juego es nuestro primer lenguaje.
Por medio de la actividad lúdica, desde
pequeños incorporamos el entorno
y expresamos nuestro mundo interior.
El juguete didáctico habilita ese intercambio;
desarrolla los sentidos, nos invita a adquirir
habilidades motoras, cognitivas y
comunicacionales. Estimula la socialización,
consolida la autonomía personal y afianza
nuestra autoestima.
El objeto de juego, a veces, es solo
un elemento que divierte o que nos enseña
algo entre sonrisas. En SOMNO sabemos
que, además, puede ser una herramienta
que desafíe los límites de un niño
en desarrollo o que acompañe a un adulto
en un proceso de rehabilitación
AHÍ ES DONDE QUEREMOS ESTAR… A TU LADO.